Paula Jaya, bailarina, terapeuta corporal, seeker, finder, escribió esto:
Pero.
Necesito desesperadamente contarte quién soy y cómo estoy. Al contarte quizás pueda sentir que existo, como un ser específico, en una situación específica y significativa y no como el enredo de sentimientos, narrativas y puntos de vistas contradictorios que siento en este momento. Me siento bastante sola y perdida dentro de mí misma.
Recién regresé de una semana increíble de reunión familiar, donde fui una madre, con su bebé y su abuela, pasando tiempo de calidad juntos, en una hermosa ciudad y en una casa muy hermosa y organizada de mi madrina, disfrutando de ser. Sabía exactamente quién era y qué tenía que hacer para poder compartirme y tener interacciones significativas y plenas con los que me rodeaban. Me miraba al espejo y me sentía despejada y bien. Ahora estoy nuevamente en casa.
Vivo en una eco aldea en las montañas de Minas Gerais, Brasil. Con un puñado de vecinos y a media hora del pueblo más cercano, a dos horas de la ciudad más cercana y a cuatro horas y media de la metrópoli más cercana. Y, es mucho más difícil saber quién soy. Cómo usar mi tiempo. Qué hacer.
Estamos tratando de crear una forma de vida alternativa, que incluye compartir las decisiones de cómo crear este espacio junto con las otras personas involucradas, comunicarnos de manera empática, cultivar nuestros propios alimentos orgánicos, plantar árboles y bosques, celebrar la vida con arte, música, baile y rituales, viviendo en armonía con nosotros mismos, entre nosotros y con la naturaleza. Esto está todo por escrito en nuestra Visión como grupo.
Cómo nómade pensé que había encontrado mi hogar ideal. También celebramos la diversidad y siempre estamos buscando maneras de abrazar los puntos de vista de los demás. Pero. Me di cuenta de que necesito tener gente a mi alrededor. Solamente somos 5 adultos y 2 bebés viviendo acá. Y hay mucho trabajo. No tenemos tiempo para estar juntos porque cada uno tiene que organizar su propia vida, ganarse la vida, hacer las tareas de su hogar, los bebés, la pareja. No hay fiestas, celebraciones, hay poca intimidad.
Estoy exagerando, cada tanto el resto del grupo que todavía vive en la ciudad viene y nos divertimos todos juntos, tenemos encuentros significativos creando más visiones y escuchando el punto de vista de cada uno, tocando música, compartiendo abrazos y masajes y dando talleres sobre vida holística sustentable.
Pero. Luego todos se vuelven a la ciudad y nosotros 5 nos volvemos a encontrar en esta muy pequeña y atareada comunidad.
Me di cuenta en este último viaje a la ciudad que necesito más interacción con gente. La gente me hace sentir viva. Soy una persona que se siente realizada cuando estoy ayudado a alguien a sentirse más cómodo consigo mismos. En ese momento yo me siento cómoda.
Pero. Acá los árboles que me rodean no me necesitan, ellos están prosperando. Los pájaros están bien, muchas gracias. El río fluye por su cauce hasta la catarata. Las otras personas que viven en la eco aldea están demasiado ocupadas o tiene en claro quiénes son y que necesitan hacer para estar cómodos, y mi bebé, sí, él me necesita, pero. La satisfacción de satisfacer sus necesidades no satisface mi propia necesidad de sustento intelectual, filosófico y teórico. Me encanta pensar sobre la vida, mirar la vida y compartir lo que veo, pensar en las mejores maneras de vivir, qué hace a una vida feliz, como obtenerlo, juntos. Cuando comparto sobre la vida y sus significados con un compañero significativo la vida se siente rica, vibrante, llena de posibilidades asombrosas. Siento la ternura de ser humana, de no saber, siento la riqueza y la emoción de ser un seeker, de buscar juntos, porque nos tenemos el uno al otro, estamos en el mismo barco, en este océano incierto de existencia, compartiendo visiones y sentimientos de nuestros puntos de vista en común y distintos.
Pero. Cuando estoy sola en esta tarea de mirar la vida, y ver TODAS las posibilidades, TODAS las opciones, TODOS los puntos de vista, me siento absolutamente sola, perdida, una nada en un vacío, rodeada por nada y al capricho de todas las corrientes fuertes y vientos que soplan desde la eternidad a ningún lugar.
Al escribir esto y sabiendo que alguien lo va a leer me hace sentir menos sola.
Gracias